jueves, 24 de enero de 2013

LIDERAZGO CON IMPERIOSA NECESIDAD SOCIAL EN EL NUEVO MILENIO


 UNIDAD II
LIDERAZGO CON IMPERIOSA NECESIDAD SOCIAL EN EL NUEVO MILENIO
Como se indicó arriba, no todo en este panorama mundial es negativo. Hay también muchos hilos de luz, señales positivas que dan la esperanza de que la humanidad podría atravesar esta época turbulenta y pasar del presente etapa de adolescencia colectiva a una etapa de madurez colectiva.
Esta edad de transición está caracterizada por dos procesos paralelos que moldean dramáticamente el destino de la humanidad y el curso de la historia. Estos procesos gemelos han sido denominados "desintegración" e "integración".
Existen señales de que la humanidad es ingresando en una nueva etapa de su vida colectiva, la etapa de la madurez.
De la misma manera que un individuo pasa de la niñez, a adolescencia, a la madurez, la humanidad, también ha pasado por sus etapas colectivas la niñez y la adolescencia y ahora está en umbral de su madurez.
El proceso de la desintegración nace de la insuficiencia de las estructuras sociales y sistemas de pensamiento anticuados para responder a los procesos de cambio acelerado y la creciente crisis global que ha experimentado la humanidad durante este siglo. El proceso de la integración se — origina en aquellas acciones que son una expresión de una creciente conciencia de la necesidad por la unidad en todos los ámbitos de la vida, una conciencia que está acorde con el espíritu de la época. La acción de estos procesos gemelos libera fuerzas que son tanto destructivas como constructivas. A medida que estas fuerzas aceleran y amplían el alcance de su impacto, producen cambios profundos en la vida ordenada de la humanidad. Estos cambios inspiran tanto temor como esperanza por el futuro.
   EL LIDERAZGO EN LA TRASFORMACIÓN SOCIAL  

Al construir un marco conceptual de liderazgo moral, cuestiones con respecto al propósito de la existencia humana y la definición de la" responsabilidad son de fundamental importancia.
Nosotros afirmamos, como un elemento importante de nuestro marco conceptual, que la
vida humana tiene un doble propósito, que da dirección y significado a la existencia. Este
doble propósito consiste en promover los procesos continuos de la transformación personal y la transformación social. Cuando este proceso dual es reconocido y aceptado por el individuo como el objetivo de su propia existencia, provee una orientación fundamental para una vida activa y significativa.
El objetivo del primer aspecto de este doble propósito (el proceso de la transformación personal) consiste en convertir las potencialidades latentes del individuo en una realidad viviente, en la cual las dimensiones físicas, intelectuales y espirituales del individuo alcanzan su expresión más elevada y noble. Esto ocurre por medio de desarrollar capacidades específicas que armonizan con la nobleza esencial del ser humano. Algunas de éstas son
Capacidades genéricas, 

tales como las Opacidades del liderazgo moral, las cuales se resumirán en el siguiente capítulo. Otras son capacidades técnicas y son una expresión de los talentos particulares de cada persona, las cuales contribuyen a la pericia en los papeles específicos que él cumple en la sociedad.
El objetivo del proceso de la transformación personal consiste en convertir las potencialidades latentes del individuo en una realidad viviente, en la cual las dimensiones físicas, intelectuales y espirituales del individuo alcanzan su expresión más elevada y noble.
Sin embargo, si la transformación personal no está motivada por el deseo de contribuir a la transformación social, una persona corre el riesgo de caer en el egocentrismo, desarrollando sus capacidades solamente para su beneficio personal. Lo que es peor aún, si se concentra sólo en desarrollar las capacidades técnicas, tal como a menudo sucede en los programas académicos, podría usar estas capacidades para explotar o dañara otros.
El objetivo final del complejo proceso de la transformación social (el segundo aspecto del doble propósito) es la promoción de una civilización en progreso continuo, basado en los principios de justicia, unidad y amor. La evolución de un "sistema social a la vez progresista y pacífico, dinámico y armonioso, un sistema que da rienda libre a la creatividad e iniciativa individual, pero basado en la cooperación y la reciprocidad" es por cierto una tarea altamente compleja y desafiante que enfrenta a la humanidad.
En este proceso, la rectificación de las relaciones verticales, basadas en la dominación, y su transformación en verdaderas relaciones horizontales, basadas en la equidad, la reciprocidad, el compartir, y el servicio mutuo, es una tarea fundamental. No se puede lograrlo por medio del cambio estructural solamente! Los individuos que están involucrados tienen! que desarrollar nuevas actitudes y capacidades! es decir, tienen que estar involucrados en el proceso de la transformación personal.
Por lo tanto, los dos aspectos del propósito de la existencia humana están íntimamente relacionados entre sí. Por una parte, la verdadera transformación social requiere de individuos que estén activamente comprometidos con el proceso de la transformación personal en sus propias vidas y que estén trabajando para lograrla, porque una sociedad justa requiere de individuos que luchan por poner en práctica la justicia en sus vidas y acciones personales.
LA RELACIÓN INTERDEPENDIENTE DE LA TRANSFORMACIÓN PERSONAL Y SOCIAL

Un grupo o comunidad que está comprometido con el proceso de la transformación social puede servir como un ambiente de apoyo que estimulará y sostendrá la transformación individual de sus miembros transformación individual de sus miembros.
Hay una necesidad de formar "grupos creativos", que puedan fortalecer a sus miembros en su dedicación a metas transcendentales y que estén dotados con el poder potencial para influenciaren la dirección de la transformación y evolución de la sociedad.
El diagrama representa las relaciones y el flujo de las influencias recíprocas entre el individuo, su comunidad/grupo creativo y la sociedad en los procesos de la transformación individual y colectiva.
En conclusión, la mejor manera de lograr este doble proceso de transformación es por medio de trabajar simultáneamente en sus dos dimensiones: esforzarse por desarrollar las capacidades del liderazgo moral tanto en la vida propia como en las organizaciones y comunidades en que uno sirve. Sólo cuando un individuo está comprometido en el servicio a este doble proceso de transformación es posible que desarrolle sus potencialidades más elevadas y nobles.
De modo similar, para poder trabajar por la transformación social, es necesario tener una visión de la sociedad deseada y un compromiso consciente con los principios sobre los cuales estará basada. Guiados por esta visión, se pueden tomar pasos concretos hacia la creación de esta sociedad mejor, comenzando a nivel de la comunidad. Sin una visión, el complejo proceso de la transformación social generalmente se entiende simplemente en términos de protestas o luchas contra los males de la sociedad actual.
Estas protestas y revoluciones tienen cierto efecto, pero no necesariamente ofrecen una alternativa clara, positiva y proactiva con que suplantar el sistema existente.
El segundo requisito para la transformación es desarrollar capacidades. No es suficiente tener una elevada visión basada en ideales y valores acariciados. Uno ha de desarrollar las capacidades necesarias para ejemplificar e implementar esos ideales. Por ejemplo, es relativamente fácil hablar de la honestidad y una conducta recta. Es mucho más difícil, sin embargo, desarrollar la capacidad de manejar los asuntos y responsabilidades con rectitud de t conducta, basada en los principios éticos y morales, así como desarrollar el hábito de basar todas las decisiones y acciones propias en I principios. Aunque es posible imaginar una I sociedad que utiliza procesos participativos en la toma de decisiones, es mucho más difícil" desarrollar la capacidad de participar efectivamente en la consulta en la toma de decisiones grupales. En realidad, siempre es más fácil "hablar el hablar" que "andar el andar".
MODELOS MENTALES EN SU RELACIÓN CON EL LIDERAZGO
Al hablar del liderazgo, siempre debemos hacerlo en el marco del funcionamiento de un grupo. El liderazgo no puede existir en un vacío. Existe en el contexto de un grupo.
Las tres funciones principales de cualquier grupo, las cuales contribuyen a su buen funcionamiento, son:
1) Conservar y fortalecer la unidad del grupo;
2) Llevar a cabo las tareas para las cuales el grupo fue creado;
3) Desarrollar las potencialidades de los miembros del grupo.
Los diferentes modelos de liderazgo pueden ser evaluados según el grado en que contribuyen al logro de las funciones del grupo.
Los diferentes modelos de liderazgo pueden ser evaluados según el grado en que contribuyen al logro de estas funciones.
Podemos clasificar a los modelos mentales prevalecientes del liderazgo en cinco categorías principales: autoritario, paternalista, sabelotodo, manipulativo y democrático.
A continuación se describirá brevemente cada modelo para facilitar su estudio y análisis. El propósito de este análisis crítico es el de estimular una conciencia acerca de los efectos de cada modelo de liderazgo, así como una autoevaluación de las tendencias propias de liderazgo, y no el de desarrollar un ojo crítico en descubrir estas tendencias en otros.
 El Líder Autoritario

El líder autoritario da órdenes. Espera una obediencia inmediata, exacta y sin cuestionamiento a su autoridad. Evita el diálogo y no permite que nadie le pida una explicación acerca de sus órdenes. El prototipo del líder autoritario se encuentra en las organizaciones militares, aunque el liderazgo autoritario también es común en las relaciones patrón-obrero.
Los subordinados de un líder autoritario generalmente sienten resentimiento, el cual Puede ser expresado de manera abierta o indirecta. Cuando el resentimiento se manifiesta de manera abierta, eventualmente puede llevar a la rebeldía o la sublevación. Cuando el resentimiento no se expresa, la conformidad y aparente sumisión pueden caracterizar a la relación. Tal corno fue común en los días de la esclavitud, el obrero dice "Sí, patrón." Sin embargo, detrás de su aparente sumisión, a menudo existe una resistencia pasiva que socava el trabajo que hay que hacer. Muchas veces surgen problemas "misteriosos" que obstruyen el trabajo y para los cuales no se encuentra un responsable. Es común que las tareas se lleven a cabo lentamente. Y la iniciativa es virtualmente desconocida.
Los subordinados de un líder autoritario generalmente sienten resentimiento.
Debido a los sentimientos de resentimiento y rebeldía provocados por el liderazgo autoritario, éste no es efectivo en crear la unidad del grupo. Tampoco se ocupa en desarrollar las potencialidades de los miembros del grupo. Y contrario a lo que puedan pensar sus protagonistas, tampoco es una manera eficaz para lograr la realización de las tareas o metas, debido a la falta de compromiso con las mismas por parte de los miembros del grupo.
En la actualidad, el liderazgo autoritario está desacreditado y son pocos los que desean ser llamados "líderes autoritarios". Sin embargo, muchos continúan manifestando las características del liderazgo autoritario. Estas características penetran el liderazgo en todos los niveles de la sociedad, comenzando con la unidad familiar, la cual es el taller en el cual el cambio ha de comenzar. Estas características persistentes del liderazgo autoritario pueden estar entre los impedimentos más serios en fomentar la evolución de una cultura verdaderamente democrática.
El Liderazgo Paternalista

Un individuo que ejerce un modelo paternalista de liderazgo puede sinceramente desear el bienestar de los otros miembros del grupo y estar motivado por un verdadero sentimiento de cariño hacia ellos. Él puede tratar a los otros miembros, por tanto, como un padre trataría a sus hijos, o más bien, como un padre sobre protector trataría a sus hijos. Él los cuida, los protege, quita todos los obstáculos de su camino, hace cosas para ellos y les dice que no se preocupen porque él ya ha resuelto todo para ellos. A veces puede preguntar a los miembros del grupo sus opiniones y dar una impresión externa de ser un líder democrático, pero en el análisis final es él que finalmente toma la decisión. El líder paternalista no ayuda a los miembros del grupo a desarrollar sus propias capacidades.
Probablemente no piensa que ellos tengan muchas capacidades. Más bien, él siente satisfacción al saber cuan necesario es para los otros miembros del grupo.
Este modelo de liderazgo a menudo se encuentra en las organizaciones religiosas o caritativas, así como también en muchos programas gubernamentales y en algunas organizaciones no gubernamentales de desarrollo.
El liderazgo paternalista a veces se encuentra también en organizaciones donde el líder pretende ser participativo, pero en realidad no tiene fe en las capacidades de los otros miembros y teme que las cosas se le puedan escapar de las manos.
El líder paternalista siente satisfacción al saber cuan necesario es para los otros miembros del grupo.
Puede ser muy cómodo ser miembro de un grupo con un líder paternalista. El líder hace todo y cuida a los miembros del grupo, quienes también pueden recibir parte del crédito por los logros de éste. Los miembros del grupo se acostumbran al cuidado del líder, y hasta pueden llegar a esperarlo, como si fu ese su derecho. Por lo tanto, los miembros de un grupo en que hubo un líder paternalista a veces se resisten a los cambios que requieren que ellos asuman la responsabilidad por sí mismos. Si este modelo de liderazgo termina de repente, puede ser que los miembros se quejen, protesten, o hasta exijan otro líder paternalista.
El Liderazgo Sabelotodo

Este modelo de liderazgo a menudo ocurre cuando existe una marcada diferencia entre los conocimientos o experiencia de un individuo y aquellos de los otros miembros del grupo.
Como resultado, la persona con mayor conocimiento trata de dominar al grupo en base a sus conocimientos superiores. Este modelo de liderazgo a menudo se ve en los círculos académicos entre los maestros, consultores y asesores técnicos, y otras personas que se ganan la vida compartiendo sus conocimientos.
En su relación con el grupo, el líder sabelotodo se aprovecha de cada oportunidad para jactarse de sus conocimientos, estudios, o experiencia previa. Le gusta hablar de sus habilidades. A la vez, muchas veces trata de disminuir la credibilidad de otros miembros del grupo al ridiculizar de manera sutil sus ideas y sugerencias, haciendo bromas acerca de estas contribuciones. O simplemente por la forma en que actúa, puede tratar de comunicar a todos de que él realmente es mucho más conocedor que cualquier otra persona con respecto al tema al tratar.
Esta actitud de superioridad tiende a crear sentimientos de inferioridad entre los otros miembros del grupo. Como resultado, aunque el líder solicite las opiniones de ellos, muchas veces son renuentes a dar sus ideas por temor a que tengan poco valor, comparadas con los conocimientos superiores del "experto". Así, se pierde la riqueza de conocimiento vivencial que el grupo Pueda tener con respecto al tema, y el líder sabelotodo a menudo se desanima, quejándose que nadie participa ni contribuye. La falta de integración entre el líder y los otros miembros del grupo afecta tanto la unidad del grupo como la ejecución de sus tareas.
El Liderazgo Manipulador

La persona con mayor conocimiento a menudo trata de dominar al grupo en base a sus conocimientos superiores. 
Los que practican los tres modelos anteriores del liderazgo quizás sean sinceros en su deseo por ayudar al grupo o estimular su participación, sin darse cuenta de cómo sus propias actitudes de superioridad obstruyen su capacidad de hacerlo. En contraste a ellos, el líder manipulador sólo aparenta pensar en el bienestar de los demás, para esconder sus verdaderos motivos e intereses personales.
El líder manipulador sólo aparenta pensar en el bienestar de los demás, para esconder sus verdaderos motivos e intereses personales.
A menudo las personas responden a este tipo de liderazgo, que es muy común en la política, con desilusión y falta de confianza. Cuando las personas se dan cuenta de que han sido manipuladas, frecuentemente se vuelven cínicas y desconfían de cualquier organización o proyecto posterior que ofrece ayudarles.
Después de que se haya dañado seriamente el espíritu de cooperación en un grupo o una comunidad, como resultado de confiar en las falsas promesas de un líder manipulador, tiende a ser sumamente difícil recuperar la confianza de "la gente.
Desventajas Comunes de los Modelos Prevalecientes de Liderazgo

Aunque aparentemente hay muchas diferencias entre estos cuatro modelos mentales de liderazgo, en el fondo tienen bastante en común. Todos tratan de dominar al grupo por medio de controlar el proceso de la toma de decisiones, ya sea a través de la fuerza de la autoridad, el "cariño", el conocimiento, o el manipuleo. El empeño de mantener el control por medio del dominio, en el análisis final, responde a una necesidad egoísta del poder.
El liderazgo autoritario, sabelotodo o manipulador tiende a alienar a los miembros del grupo de sus líderes, provocando así la desunión. Un liderazgo paternalista puede fomentar una unidad superficial, la cual quizás incluya sentimientos positivos entre los miembros del grupo y el "padre". Pero la relación de dependencia y la reía ti va falta de responsabilidad de los miembros del grupo no dan a este tipo de liderazgo el efecto potencializado de una verdadera unidad entre iguales.
Las reacciones que provoca cada uno de estos modelos de liderazgo en el grupo tienden a destruir la potencial inherente del grupo
Aunque aquellos que ejercen estos modelos de liderazgo puedan sostener que contribuyen eficazmente al cumplimiento de las tareas del grupo, y a pesar de que a veces se acreditan los logros obtenidos a la "fuerte" dirección del líder, esta fuerza aparente es en realidad una debilidad. En un grupo dominado por estos modelos de liderazgo, la cantidad y la calidad de los logros del grupo no pueden ser más que un reflejo de las fuerzas y debilidades del líder. Pero el grupo no puede ser mejor que su líder. El dominio del grupo por una persona bloquea la posibilidad de la sinergia, la cual solamente puede emerger a través de una interacción creativa entre los diferentes miembros del grupo.
GRUPO COOPERATIVO DE APRENDIZAJE
Imagínese que usted recientemente asumió las funciones de líder en un grupo que estaba acostumbrado a uno de estos modelos mentales prevalecientes del liderazgo.
El LIDERAZGO DEMOCRÁTICO

Aquellos que han reconocido la necesidad de transformar a los cuatro modelos mentales prevalecientes del liderazgo que examinamos: arriba en un nuevo modelo de liderazgo, muchas veces ensalzan el concepto del liderazgo democrático como el nuevo método de liderazgo que se debería promover. Por eso, ahora examinaremos brevemente los pro y los contra del concepto del liderazgo democrático, tal como se practica más comúnmente, para ver si responde adecuadamente a los desafíos de nuestra época.
Dos características distintivas del liderazgo democrático son su compromiso con el proceso de elecciones y con los procesos participativos en la toma de decisiones.
El líder democrático es elegido por los miembro] del grupo, lo cual muchas veces significa que tiene la obligación de representar las ideas, intereses de sus electores. El liderazgo democrático también estimula la participación y el libre intercambio y debate de las ideas.
El dominio del grupo por una persona bloquea la posibilidad de la sinergia Aunque por definición todos los líderes democráticos son elegidos, una vez que asuma una posición de liderazgo, algunos adopta] características de los otros modelo prevalecientes de liderazgo y tratan de dominar los procesos de la toma de decisiones. Esto sucede, a menudo, cuando un miembro del grupo) es elegido "presidente".
La persona en la posición de liderazgo debería considerarse más como un coordinador del grupo que su líder, evitando usar su posición para tomar crédito para sí mismo.
1) Considerarse más como un coordinador del grupo que su líder, evitando usar su posición para tomar crédito para sí mismo, sino más bien, buscando oportunidades de reconocer las contribuciones de otros miembros del grupo y permitiendo que ellos reciben crédito por lo que el grupo hace.
2) Ayudar a todos los miembros del grupo a comprender las ventajas de buscar soluciones que beneficien justamente a todos, en vez de luchar por la ventaja individual.
3) Esperar hasta que los demás hayan dado sus opiniones antes de proponer la propia, ofreciéndola en este momento con un espíritu de humildad y como una contribución a la consulta general, no como una conclusión definitiva.
4) Resumir periódicamente las opiniones dadas, señalando las diferentes alternativas que han surgido, o las posibilidades de consenso que van apareciendo, guiando de esta manera al grupo hasta que llegue a un acuerdo.
5) Tratar de involucrar a todos en el trabajo que hay que hacer, dando a todos los miembros la oportunidad de adquirir nuevos conocimientos, experiencias y capacidades.
Un líder que valora la participación espera hasta que los demás hayan dado sus opiniones antes de proponer la propia.
Cuando el coordinador desarrolla y practica estas actitudes y destrezas, los miembros del grupo disfrutan de trabajar juntos, ya que se toman en cuenta sus ideas y se reconoce el valor de cada persona y sus contribuciones. En estos grupos se descubre que las prácticas que contribuyen hacia el desarrollo de las potencialidades de los miembros, hacia la unidad y hacia una mejor ejecución de las tareas del grupo, no son antagónicas, sino más bien, complementarias y a menudo la una refuerza a la otra.
ALGUNOS PROBLEMAS RELACIONADOS CON EL LIDERAZGO DEMOCRÁTICO

En la actualidad, el liderazgo democrático está de moda y si se hiciera una encuesta, probablemente se descubriría que la mayoría de los líderes de casi cualquier tipo de organización dirían que son democráticos. Sin embargo, detrás de una pseudodemocracia a menudo se esconde algún grado de autoritarismo, tal como ocurre en los modelos de liderazgo paternalista, sabelotodo, y manipulador, en los cuales el líder continúa sintiéndose superior a todos los demás y continúa controlando el proceso de la toma de decisiones de una manera u otra.
"La ideología partidista, que osadamente se ha arrogado el nombre de democracia por doquier, a pesar de sus impresionantes aportes al progreso humano en el pasado, hoy se debate en el cenagal de la apatía, el cinismo y la corrupción que ella misma ha generado, At elegir a quienes han de tomar (as decisiones colectivas en su nombre, la sociedad no necesita ni es bien servida por el teatro político de candidaturas, aspirantes, electoralismo y pedidos de voto.
EL LIDERAZGO COMO ARTE

Liderar es un arte y no basta por tanta para ejercerlo, con el instinto que más o menos acentuado poseamos para ello. Hay que desarrollarlo conociendo y practicando los principios sancionados por la experiencia y los avances de las ciencias humanísticas.
LIDERAR NO ES:
Simplemente, dar órdenes, aunque se den con mucha energía y con ademanes autoritarios.
Hacer un promedio de las intenciones de los subordinados.
Doblegar voluntades.
LIDERAR ES:
Educar: Lograr el desarrollo de toda la perfección que la naturaleza humana lleva consigo.
Instruir: Enseñar las nociones técnicas precisas y dirigir los ejercicios prácticos, para proporcionar a los subordinados los cono cimientos específicos que necesiten para cumplir sus misiones.
Conducir: Guiar y dirigir a los subordinados de forma, que perfeccionando la educación e instrucción en el ámbito colectivo, desarrollen la comprensión y cooperación entre todos.
ASPECTOS DEL LIDERAZGO
JEFE IDEAL
©      Guía a sus hombres
©      Los arrea
©      Obtiene obediencia voluntaria
JEFE AUTORITARIO
La obtiene imponiendo su autoridad Inspira confianza y despierta entusiasmo Inspira temor o inquietud Dice "NOSOTROS" Dice "YO"  
PRINCIPIOS DE DISCIPLINA
¨      Manténgase constante y sinceramente interesado por lograr el bienestar de sus subordinados. Esto, en muchos casos, evita la necesidad futura de tomar medidas disciplinarias.
¨      El ejemplo y la buena voluntad, tienen gran influencia en el mantenimiento de la disciplina.
¨      Trate de conocer siempre que es lo que piensa el subordinado. Este conocimiento ayuda a conocer y comprender el porqué de sus actos
¨      La medida disciplinaria debe tener efectos positivos. Al ejercerla, la intención debe ser "corregir el error" del subordinado y despertar en él el deseo de mejorar.
¨      Nunca imponga una sanción si no está plenamente justificada.
¨      Cuando se justifique la medida disciplinaria, compruebe que en su aplicación no se ejerce parcialidad.
¨      Al imponer un correctivo, un factor importante que debe considerarse, es la intención que prevaleció al cometer la falta.
¨      No retrase la imposición de la sanción cuando alguien deba ser sancionado. El momento oportuno es de gran importancia.
¨      Dé siempre al sancionado o amonestado la oportunidad para expresar sus puntos de vista. Sin embargo, no se deje llevar al terreno de la discusión.
¨      No reprenda en presencia de otros, excepto cuando la falta haya sido pública.
¨      Nunca reprenda a nadie si Vd. está irritado. Podría excederse en sus palabras.
¨      Después de aplicar una sanción disciplinaria, el jefe debe mantener su conducta habitual hacia el subordinado.
¨      Cuando la indisciplina invade un departamento y afecta a un gran sector, el remedio no está en la acción disciplinaria, algo no marcha bien en dicho departamento: CORRIJA TALES ERRORES.



LAS TEORÍAS ADMINISTRATIVAS DEL LIDERAZGO
Liderazgo Situacional
Uno de los modelos del liderazgo más extensamente seguidos es la teoría del liderazgo situacional de Paul Hersey y Kenneth Blanchard.
La teoría de liderazgo situacional, surge a partir del estudio de la conducta de los líderes en situaciones muy diversas, como ayuda a los directivos en el diagnóstico de cada situación característica.
Esta teoría se basa en dos variables, dos dimensiones críticas del comportamiento del líder: cantidad de dirección (conducta de tarea) y cantidad de apoyo socioemocional (conducta de relación) que el líder debe proporcionar en una situación a raíz del "nivel de madurez de sus subordinados.
La conducta de tarea: grado en el que el líder explica lo que deben hacer sus seguidores, cuando, donde y como realizar la tarea. La conducta de relación: grado en el que el líder proporciona apoyo socioemocional.
ü  Los estilos de tarea y de relación no son mutuamente excluyentes.
ü  No hay un estilo de liderazgo mejor que otro, depende de la situación.
ü  El liderazgo situacional es una teoría de contingencia que hace énfasis en los subalternos.
ü  El liderazgo de éxito se alcanza al seleccionar el estilo de liderazgo adecuado que Hersey y Blanchard sostienen es contingente al nivel de madurez o disponibilidad de los subalternos.
ü  El liderazgo situacional emplea las mismas dos dimensiones de liderazgo que Fiedler identificó: comportamientos hacia las tareas y hacia las relaciones.
ü  Liderazgo Transformador
El liderazgo transformador pretende un líder que considerando al trabajador como un individuo pleno y capaz de desarrollarse, pueda elevarle sus necesidades y valores y aumentarle la conciencia de lo que es importante; incrementarle su madurez y motivación para que trate de ir más allá de sus propios intereses, sino del grupo, de la organización y de la sociedad.
Considera un enfoque diferente y moderno de liderazgo.
Liderazgo es un proceso en el que un individuo influencia a un grupo de individuos para alcanzar una meta común.
Su concepto de líder no se basa en la persona que toma las decisiones en sí, sino en la medida de que el grupo lo reconozca como líder, por su forma de ser, por su filosofía frente a la vida, frente al mundo, frente a las personas donde interactúa. Sus valores inciden en sus decisiones, familia y amigos.
EL LIDERAZGO EN EL MARCO DE LOS PROYECTOS SOCIALES Y EDUCATIVOS 

Analizar diversas perspectivas teóricas, tendencias y situaciones de liderazgo en las instituciones educacionales, a fin de asumir una postura crítica y reflexiva para derivar principios, procesos y procedimientos, conceptualizaciones, constructos y variables, aplicados al contexto histórico, social y cultural venezolano, además, de construir un liderazgo para el cambio y para la transformación del sistema educativo nacional. 
El "potenciar" es un proceso que libera las fuerzas del individuo y desarrolla su potencialidad y sus capacidades de dirigir conscientemente su propia vida por medio de hacer elecciones como un actor social consciente, en vez de sentirse meramente una víctima pasiva de fuerzas sociales. El potenciar por medio de la educación significa desarrollar capacidades, no sólo adquirir conocimientos, sino también las destrezas, actitudes y cualidades necesarias para aplicar las capacidades, junto con la confianza para ensayarlas.
Para que la educación sea potenciadora, debe hacer más que simplemente impartir información. Debe estimular la "comprensión del funcionamiento", lo cual implica la habilidad de ver un asunto desde muchos diferentes puntos de vista y de percibir sus relaciones y conexiones con otros conocimientos. Asimismo, ha de estimular la
"comprensión del significado", al explorar la importancia que ese conocimiento en particular pueda tener para la persona. Sólo cuando los conocimientos tocan el "ser interior" de la persona, cuando él los relaciona con sus valores y los incorpora a su identidad, pueden hacer una diferencia en su vida. 

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