jueves, 24 de enero de 2013

OBJETIVOS DE LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS


   UNIDAD IV
  RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS  
El objetivo general de la resolución de conflictos es reducir la violencia y aumentar la convivencia entre los jóvenes a corto plazo y dentro de la comunidad a largo plazo. Para ello se tienen que mejorar las habilidades de la comprensión de los conflictos, la comunicación y el saber cómo resolver sus propios problemas. Adicionalmente, modificar y/o mejorar actitudes y valores de autoestima, confianza, tolerancia, diversidad, respeto, responsabilidad, cooperación y participación. Dichas habilidades, actitudes y valores pacíficos destacan el rol fundamental de las relaciones que establece el joven con amigos, familiares, compañeros de trabajo; permitiéndole así efectuar una mejor convivencia, y un mejor desarrollo personal y social.
Después de varias discusiones con expertos en Colombia y una revisión de los modelos usados por otras organizaciones que trabajan en este tema, elaboré un modelo de curriculum, el cual les presento a continuación. Cada tema del curriculum tiene su propio objetivo:
1. Relaciones y normas sociales. El joven aprende la importancia de las relaciones sociales y el rol que las normas sociales tienen en el funcionamiento del mundo diario.
2. Entendimiento de conflicto. El joven aprende cómo analizar los conflictos a través de las personas, los procesos y los problemas, también por medio de las respuestas sicológicas y físicas; los estilos de conflicto; las posiciones que tome, los intereses, las necesidades, los valores y las dinámicas del conflicto.
3. Comunicación. El joven aprende a observar cuidadosamente; a comunicarse claramente; a escuchar activamente y a expresar sus sentimientos de manera pacífica.
4. ¿Cómo resolver problemas? El joven aprende un modelo sencillo de cómo solucionar creativamente conflictos interpersonales y tomar decisiones.
5. Afirmación, autoestima y confianza. El joven aprende el papel importante que estos temas desempeñan en sus relaciones interpersonales y cómo mejorarlos bien sea por sí mismo o con ayuda de los demás.
6. Respeto y responsabilidad. El niño aprende las razones por las cuales el respeto es tan importante para todas las personas, aprende las maneras de mostrar respeto y cómo ser responsable de sus comportamientos y actitudes.
7. Tolerancia y diversidad. El joven aprende a apreciar las diferencias en cada persona, es decir, cómo funcionan los prejuicios y la discriminación; los asuntos más sobresalientes y fundamentales de una cultura y la importancia de la diversidad en el funcionamiento y desarrollo de la comunidad.
8. Cooperación y participación. El joven aprende a trabajar conjuntamente con otros jóvenes y así es como logran aprender los beneficios del trabajo en grupo.
 RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS  
Líder de equipo
El líder tiene que tratar por separado a cada uno de los individuos y al equipo como un todo. El equipo tiene una personalidad propia, que no es posible predecir a partir del análisis de las personalidades individuales de sus componentes, ya que es un resultado de estas últimas y de la interacción que se logre en las actividades grupales. La forma de interactuar es errática y oscila entre extremos, principalmente cuando el equipo es inmaduro, lo cual dificulta el trabajo de conducción. Conforme el equipo se más maduro, será más estable y consistente en su interacción, sus conductas serán más predecibles y será más fácil conducirlo. El equipo, como un todo, tiene un comportamiento específico y es un ente por sí mismo. El líder debe interpretar adecuadamente la personalidad del equipo y actuar en consecuencia.
Para cada individuo también es preciso un trato adecuado y, por ello, la tarea del líder es compleja y multivariable. Un principio que debe tener siempre presente es exigir a cada cual según sus capacidades y dar a cada cual según sus necesidades. Por ello observa simultáneamente el comportamiento individual y el del equipo para trazar sus estrategias de conducción.
El líder no existe por sí mismo, es la existencia de los seguidores la que le confiere naturaleza; aquel que cree serlo sin merecerlo, es un dictador. Para que todo funcione bien, es necesario que los seguidores sean leales y solidarios con su líder, que depositen en él toda su confianza y que no opongan resistencia a la conducción. Esto no implica sumisión irrestricta a su criterio, sino respeto por el estilo o los caminos que éste decida seguir para realizar algún trabajo.
Los seguidores deben aplicar con madurez su criterio; si el líder está claramente equivocado, será necesario decirle para que rectifique y si es un buen líder lo hará, pero si solo existe alguna discrepancia en el camino o enfoque, hay que permitirle que termine en la forma que haya escogido. Debe recordarse que no existen formas únicas de analizar un tema, los sistemas son ciclos cerrados y por muchos caminos se llega al mismo lugar. La conducción es tarea del líder, la participación es tarea de los seguidores. La virtud de un seguidor consiste en someterse a la conducción, sin ser sumiso e incondicional, son crítico y, al no tener resistencia a ser convencido y ser seguidor al mismo tiempo, en su interior se desarrolla un líder. 

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